martes, 20 de mayo de 2014

VIAJE A LA LUNA

Siendo muy pequeña, un día domingo, veía un documental en la televisión que trataba acerca de las teorías que explicaban la incredulidad que habría de parte de muchos científicos y astrónomos sobre el primer alunizaje del hombre en la luna, más conocido como misión Apolo 11. Fue en ese momento que algo nuevo se prendió en mí y comencé a estudiar sobre el tema, así, crecía más en mí la convicción de que ese viaje jamás se había realizado ya que por ejemplo, la huella de Aldrin en aquellas fotografías, era demasiado clara para un terreno tan seco, considerando que no hay humedad; no hay estrellas, ni fotógrafos reflejados en los cascos, la bandera flamea, etc. Así es como me fui incentivando hasta llegar a ser una apasionada científica de la astronomía y en especial, apasionada por la Luna.






Fue con la posterioridad de los años que me transformé en una científica de la Agencia Espacial Europea 

(ESA), que en aquella época tenía en miras un proyecto para enviar misiones tripuladas a la Luna dentro del Programa Aurora, en el cuál estaba involucrada junto a dos científicas más, el cuál resultó con éxito. 



Momento en que llegamos a la Luna. 



Desde el momento anterior a nuestro viaje, tras estudiar datos de la Luna que nos permitirían una misión exitosa, supe que esta no sería fácil. A pesar de ser la Luna un satélite mucho más pequeño que nuestra Tierra (teniendo un área de superficie de 38.000.000 km2 y diámetro de 3.476 km2), es un cuerpo celeste que no cuenta con Atmósfera y sus temperaturas son muy extremas, peligrosas e imposibles para la vida humana, siendo la mínima de -233°C y su máxima de 396°C. Pero eso tampoco nos detuvo, logramos crear una nave adecuada para soportar cualquier temperatura y atmósfera, la cual se construyó envuelta mayoritariamente por aleación de acero y también capas de acero inoxidable. En su interior contaba con láminas de aleación de aluminio para así ayudar con el exceso de peso de la nave, además de un sensor de aterrizaje para no estrellar y antenas adheridas para mantener el contacto con la tierra al momento de aterrizar. Desde que supimos que las tres tripulantes seríamos mujeres, diseñamos un traje que contara con cierta estética adecuada, siendo nuestro casco compuesto por policarbonato, para evitar el reflejo del sol, un sistema de soporte vital que nos permitió tener oxígeno por un máximo de 7 días y cámaras que nos permitieron el registro de cada momento. Nuestro traje se compuso por fibras de vidrio reforzada con espacios para poder movilizar los brazos y piernas.

Para llegar, viajamos a una velocidad de 3.700 km/h, acelerando hasta a 9.000 km/h debido a la gravedad lunar, considerando que la distancia desde la Tierra, es de 238.855 millas. Al llegar, nos percatamos de su encantador color gris-blanquicio, allí tomamos las muestras necesarias y nos deleitamos con su maravillosa vista, estando 7 horas con 8  minutos, por nuestra propia seguridad. Ahora con gusto podemos decir, que las primeras personas en llegar a la Luna, SOMOS MUJERES!




 Imágen tomada a la Tierra desde la Luna.


Curiosidades sobre la luna 


- La distancia entre la luna y la tierra es de 238.855 millas.

- Peso en la luna: si pesas 10 kilos en la tierra equivalen a 1.6 kilos en la luna.

- La influencia gravitatoria de la luna produce las mareas oceánicas y la prolongación de la jornada.

- El agua líquida no puede persistir en la superficie lunar, con la radiación solar el agua se descompone rápidamente y se pierde en el espacio.

- Sin el traje espacial en la luna la sangre hierve instantáneamente.

- En la luna no hay viento ni sonido.

- Cada año la luna se aleja 3.8 cm de la tierra. 

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