- Carolina Guerrero Cabrera
- Guillermo Tejeda Cristi
- Lorena Caridi
- Camilo Jara Samson.
El astro rey, una nueva fuente de energía para la
Tierra
El motivo de la expedición al sol es
la recolección de energía, ya que por motivos de escasez de energía que se está
produciendo en el planeta, hemos de recurrir al astro rey.
La misión consistiría en cargar la nave con paneles solares especiales que pudieran almacenar suficiente energía en sus baterías como para poder abastecer una ciudad completa, si el experimento resultaba bien, entonces habríamos encontrado la solución definitiva para nuestro, la demanda de energía en la tierra que ya se había vuelto insostenible tras agotar los combustibles fósiles y el temor a la energía atómica y su seguridad.
La misión consistiría en cargar la nave con paneles solares especiales que pudieran almacenar suficiente energía en sus baterías como para poder abastecer una ciudad completa, si el experimento resultaba bien, entonces habríamos encontrado la solución definitiva para nuestro, la demanda de energía en la tierra que ya se había vuelto insostenible tras agotar los combustibles fósiles y el temor a la energía atómica y su seguridad.
En principio el viaje se vio como
imposible, dado las temperaturas altísimas que posee el sol, pero gracias al descubrimiento
que data de hace un par de años de un metal ultra resistente e indestructible
el cual fue llamado “adamantium” se dio la posibilidad de poder viajar al sol.
Trozo de Adamantium extraído de una mina en Etiopía
El viaje tendría una duración de 218 días
y solo unas pocas personas serían capaces de llegar al sol, dado las intensivas
pruebas requeridas para este. El viaje al sol constaría de una primera etapa,
donde los tripulantes serian sometidos a un estado de criogenización temporal
mientras que serían alimentados con una unidad intravenosa, esto dada la
distancia de 149.600.000 kilómetros que nos separaba de la tierra al
sol, y para mitigar los efectos del cuerpo que son producidos por la
carencia de gravedad, tanto en la estructura ósea como la debilitación de los músculos
que en la tierra si se ejercitan y son sometidos al peso del mismo cuerpo.
Etapa de criogenia de los tripulantes de la nave.
Para
llegar a nuestro destino, se requeriría en principio de un “Air Bus a380”, el cual sería el único avión capaz de
soportar el peso de nuestra nave, y una vez desde 8.000 metros de altura, nos
liberaría para emprender rumbo. La nave se abastecería de tres reactores
nucleares, los cuales son el único sustento capaz de soportar dicha travesía y
al mismo tiempo otorgar la energía suficiente para impulsar nuestra pesada nave
de andamatium.
AirBus A380 en despegue.
Una
segunda etapa, donde los tripulantes ya se encontrarían cercano al sol tomarían
la posición de orbita adecuada del sol y procederían a la instalación de
las maquinarias necesarias para la absorción de energía y lo necesario para el
transporte de estas al regreso de la tierra.
En
principio, el calor emitido por el sol fue siempre un impedimento para el
cuerpo dado que este solo resiste una máxima de 43 grados antes de que comiencen
a calcinarse la células cerebrales y el cuerpo reciba quemaduras de la piel,
tampoco resultaba realista la posibilidad de crear robots encargados de
está recolección por el simple motivo de que el calor que emana supera con
creces la temperatura necesaria para derretir todos los metales que conocía el
hombre. Luego de la aparición del adamantium se pensó en la posibilidad de
mandar robots para así asegurar un éxito y no poner en un peligro a los
tripulantes, pero dado la importancia y la urgencia de la necesidad de energía,
se tuvo que recurrir a la creación de trajes espaciales capaces de garantizar
la supervivencia del ser humano en el sol.
Tomó mucho tiempo poder realizar
estos trajes, dado que estos debían ser perfectos, permitiendo no solo la
movilidad en el espacio de los astronautas, sino que éstos debían estar
perfectamente sellados, ya que una sola apertura calcinaría al humano dentro
del traje. A pesar de todos los problemas, científicos de todo el mundo
lograron la realización de trajes y naves capaces de resistir la temperatura.
La estadía en sol seria de 240 horas terrestres, tiempo necesario y suficiente para obtener la energía suficiente para iniciar el periodo experimental de prueba en la tierra en una ciudad intermedia.
La estadía en sol seria de 240 horas terrestres, tiempo necesario y suficiente para obtener la energía suficiente para iniciar el periodo experimental de prueba en la tierra en una ciudad intermedia.
Preparado ya el tiempo de adaptación
previa, y las capacitaciones a nuestros tripulantes se procedió a dar inicio a
la expedición. Sucedió todo como debía ocurrir, logramos despegar en el AirBus
A380 y dimos lanzamiento a la nave, el viaje se emprendió sin problemas y se
llegó sin problemas.
"Lengua de fuego" en acción.
Sin embargo al mirar del otro lado de
la escotilla, la que no daba hacia el sol, resulta impresionante ver como se
ilumina la oscuridad con el haz de luz que dejaba la misma estrella roja,
iluminando incluso lo suficiente para ver desde lejos la tierra y de vez en
cuando según su posición a la misma luna.
Fotografía de la tierra y la luna
capturada desde la nave.
Los trajes y la nave funcionaron
perfectamente pero la inexperiencia de una de las tripulantes (por la urgencia del viaje) hizo que se
soltara del cable de adamantium que la sostenía a la nave, cayendo directamente
al núcleo del sol y desconociendo su destino y por lo tanto dándose por
fallecida.
Encontrándose la misión parcialmente
afectada por el integrante del equipo, y con las baterías de los paneles
plenamente cargadas y listas para iniciar su estudio, nos vimos en necesidad de
emprender el largo regreso a la tierra, el cual se llevó a cabo bajo las mismas
medidas de la experiencia de ida.
El regreso a la superficie terrestre
tampoco cabe dentro de la normalidad de los viajes del pasado, ya que dado el
peso del material de la nave, no se puede ingresar a la atmosfera como un
transbordador, entonces se recurrió por el clásico método adoptado en las
misiones Apolo en los 60, “la capsula”, en la cual la nave ingresaría a la
atmosfera tras cruzar la capa de ozono y sería detonada por los
tripulantes tras adoptar su posición de caída, sin embargo la principal
dificultad recayó en que al igual que la nave el material de la capsula era
demasiado pesado como para caer en el mar, pues de manera inmediata se
hundiría.
La solución fue crear un campo de
aterrizaje donde la tripulación pudiese llegar a salvo, en principio los
gigantescos paracaídas de la capsula serian capaces de frenar la caída, pero en
caso de cualquier error de cálculo o falla se preparó un campo con gravilla y
materiales absorbentes para que la tripulación al impactar con la superficie
pudiese salir ilesa.
Exitoso aterrizaje de la nave "SEG"
Una vez rescatados los integrantes,
se tuvo que hacer una larga lista de estudios a cada uno de nosotros, dado que
fuimos expuestos a una casi nula forma de ejercicios durante la travesía, y
nuestros cuerpos se atrofiaron en parte por la falta de gravedad y tras esto
fuimos sometidos a una larga recuperación asistida en la clínica.
A la fecha seguimos contribuyendo a
los estudios de esta nueva forma de energía experimental, la cual en honor a
los tripulantes de la nave “S.E.G” (Soñar es Gratis) lleva las iniciales de
nuestros nombres.
Bibliografía:
http://cdn.slashgear.com/wp-content/uploads/2011/01/palladium-sg.jpg
http://www.callegranvia.com/info/img/criogenia-humano-la-vida-eterna-es-posible.jpg
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/6d/Airbus_A380_inbound_ILA_2006.jpg
http://i61.tinypic.com/1ep7yw.jpg
http://www.noticiasabsurdas.com/wp-content/subidas/noticias-absurdas2.png
http://www.fondos10.net/wp-content/uploads/2010/05/La-tierra-con-luna-llena.jpg
http://i61.tinypic.com/2vnjeap.jpg







No hay comentarios:
Publicar un comentario